Su fama subió como la espuma de la noche a la mañana, pero a pesar de su juventud ha sabido mantener a la perfección los pies en la tierra. La cantante Taylor Swift se desplazó ayer a Milán para actuar en el programa Factor X de este país y levantó un auténtico revuelo a su llegada al aeropuerto, donde cientos de fans esperaban a la estrella del country para conseguir un autógrafo. Nada más aterrizar la joven acudió de visita radio Deejay, donde otra ‘avalancha’ de seguidores esperaba fervientemente su aparición. Taylor, conciente de las pasiones que desata, no decepcionó a sus ‘fieles’ y no dejó de firmar autógrafos y de fotografiarse con sus fans. Demostrando que no solo canta bien sino que también tiene estilo, Swift eligió para la ocasión un elegante vestido de lunares, pelo ondulado y unos llamativos labios rojos.
jueves, 30 de septiembre de 2010
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